¡Cuidado al elegir una mujer!
.......


¡Cuidado al elegir una mujer!
No quiero una mujer brillante y encantadora, me gusta más una matrona codiciosa que no le agradan las fiestas y que tenga su pesado culo siempre calentando la butaca.
Con una chica joven y lujuriosa constantemente hay peligro, tiene demasiadas ganas de vivir y no se sabe lo que puede hacer.
Le apetece el baile, la playa, los lugares escondidos donde uno se puede perder, no hay suerte con una mujercita así. ¡Como mínimo te encontrarás con una grieta en el alma!
Claro que con una vieja mujer corpulenta todo se presenta de manera diferente, nada de imprevisto que te asuste y sin salir de casa, o cuando esto ocurre (en algunas ocasiones especiales) siempre de manera tranquila, sin prisa, sin balancear en demasía mezclado a centenares de personas que se aprietan empujándose para hacer colas por todas partes donde hay alboroto.
Escucha lo que te voy diciendo, busca una matrona que no tenga menos de sesenta años, y si es posible, también grasa y codiciosa, lo mejor para ti.
Mírame… después de 30 años de vida junto a esa mujer, ningún desgaste, tengo el mismo carisma, la misma trasparencia, la misma brillantez, dieciocho millones de pureza diamantina certificada.
¡69 quilates sin falta alguna a disfrutar!
.

.......

Volver a las ilustraciones Cuentos delgados