El cruce 
  Si un hombre se encuentra en el centro de un cruce puede ir  adelante o volverse atrás, no me parece aconsejable pararse allí esperando la  suerte. 
  Seguro que si alguien se pone inmóvil sin hacer ningún  movimiento puede ahorrar mucha energía, y también evaluar cuidadosamente todas las  posibilidades, como la de buscar alternativas prosiguiendo a la derecha o a la  izquierda, y aunque parezca absurdo, considerar la oportunidad de subir  verticalmente en el caso de ser provisto de alas, o bajar bajo tierra  utilizando dinámicamente una pala. 
  No hace falta decir que con todas estas especulaciones, al  llegar el camión ha sido el que ha elegido mi destino sin necesidad de cansarme  la cabeza. 
  No me la puedo olvidar la cara con su hocico antes de  aplastarme, tenía estas palabras metalizadas por delante: 
«Nadie tiene santos en Paraíso sin tener diablos en el  Infierno».  .
    
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